JUAN USERA Y LA TRIBU
PROGRAM NOTES
Puerto Rico, located in the northeastern Caribbean, is a self-governing commonwealth of the United States. Inhabited for centuries by aboriginal peoples, Puerto Rico became a Spanish colony in 1493. Nearly four hundred years later, the Spanish American War marked a significant transfer of power; Puerto Rico was ceded to the United States in 1898, and in the process, heralded a new period of imperial support and multi-cultural exposure for the island territory. It is this intermingling of indigenous, Spanish, African, and North American influences that shapes Puerto Rico’s identity today. The island has produced enduring local musical traditions such as the bomba, plena, and jibaro music, while also playing an integral role in the development of salsa, reggaeton, and other transnational music genres.
The exportation of West African slave laborers to Puerto Rico resulted in the emergence of African-derived, yet distinctly Puerto Rican musical expressions such as the bomba and plena. In the coastal regions of Puerto Rico, especially in the district of Loíza, African influences are particularly strong. Bomba is an Afro-Rican music and dance idiom dating back to the seventeenth century. In Puerto Rico’s sugar plantations, people burdened by the extreme hardships of slavery found solace in community celebrations and events where embodied cultural expression was encouraged. Two barrel-shaped drums, or bombas, of varying sizes provide the genre’s rhythmical foundation. The buleador is the larger of the two bombas and emits a low-pitched tone that, along with the cuás (a pair of sticks that are struck against the side of the large bomba) and maracas (shakers), provide a steady rhythmical pattern. The smaller bomba, known as the primo, produces a high-pitched tone that the player uses to improvise over the polyrhythmic textures of the supporting players. The voice is considered to be the most important instrument in bomba. Topical lyrics and nonsensical syllables are performed in an African-derived call and response structure where a soloist exchanges improvisatory phrases with a small chorus of vocalists who sing a refrain in unison. As a dance, the rhythmical dialogue between the primo player and the dancer is crucial to bomba performance; the percussionist’s ability to follow and respond to the dancer’s gestures, intricate footwork, and rhythmical challenges can be remarkable to behold. By the turn of the twentieth century, the plena emerged as a musical form performed at parties, street protests, and informal processions. While a small button accordion, harmonica, guitar, and assorted percussion instruments such as the maracas, bongo, and conga can be included in a plena ensemble, the pandereta (or pandero), a shallow framed drum that resembles a tambourine without cymbals, is indispensable to the genre. Three different-sized panderettas are used in plena: the seguidor (the largest of the three), the segundo (the medium-sized drum), and the requinto (the smallest one). In a traditional plena ensemble, the seguidor, segundo, and guiro provide a steady four-beat rhythmical framework while the requinto player improvises. The plena’s song lyrics are narrative, dealing with an array of social, political, and economic concerns rooted in daily life but may also comment on national or international issues. Since the lyrical content is drawn from neighborhood gossip and daily events, plena is also known as a “sung newspaper.” Although the stanzas are structured according to the Hispanic oral tradition (eight syllable lines with an assonant rhyme scheme), it is the call and response format between the soloist and a chorus as well as the tendency to sing in unison without the usage of vocal harmonies that is more characteristic of African musical traditions. |
Puerto Rico, localizada al noreste del Caribe, es una república autónoma parte de la unión de los Estados Unidos. Por siglos habitada por aborígenes, Puerto Rico se convirtió en colonia española en 1493. Casi cuatrocientos años más tarde, la Guerra Hispano-Norteamericana marcó un significativo cambio en la transición del poder; Puerto Rico fue cedido a los Estados Unidos en 1898, y en el proceso, anunció un nuevo período de apoyo imperial y una exposición multicultural para el territorio. Es la mezcla de influencias indígenas, españolas, africanas, y norteamericanas lo que hoy forma la identidad de Puerto Rico. La isla ha producido perdurables tradiciones musicales tales como la bomba, la plena, y la música de jibaro, mientras juega también una posición integral en el desarrollo de salsa, de reggaetón y de otros géneros de música transnacionales.
La exportación de esclavos del oeste africano a Puerto Rico tuvo como resultado, el surgimiento de expresiones musicales de descendencia africana distintivamente puertorriqueñas como la bomba y la plena. En las regiones costeras de Puerto Rico, especialmente en el distrito de Loíza, las influencias africanas son muy fuertes. Bomba es un estilo Afro-Puertorriqueño de música y el baile que data del siglo XVII. En los cañaverales de Puerto Rico, las personas cargadas por las dificultades extremas de la esclavitud buscaron consuelo en las fiestas y celebraciones comunitarias y eventos donde se animaba a la personificación de la expresión cultural. Dos tambores o bombas, de varios tamaños proporcionan la base rítmica del género. El buleador es la más grande del las dos bombas y emite un tono bajo, junto con los cuás (un par de palos que son golpeados contra el lado de la bomba grande) y las maracas, proporciona una pauta rítmica constante. La bomba más pequeña, mejor conocida como el primo, produce un tono agudo que el percusionista utiliza para improvisar sobre las texturas poli rítmicas de los instrumentos secundarios. La voz es considerada el instrumento más importante en la bomba. Típicamente, una bomba comienza con una solista que canta una frase que evoca una llamada con cantos de sílabas sin un significado en especial o también temas de actualidad. Esta intercambia frases improvisadas con un pequeño coro. El coro hace una respuesta antífona a esta llamada y luego ambos cantan al unísono. Como baile, el diálogo rítmico entre el músico de primo y el bailarín es crucial para la representación de la bomba; la habilidad del percusionista para responder a los gestos del bailarín, juego de piernas complejo, y los desafíos rítmicos del bailarín pueden ser notables. Ya para el siglo XX, la plena surge como una forma musical interpretada en fiestas, protestas en la calle, y procesiones informales. Mientras un pequeño acordeón de botón, la armónica, la guitarra, e instrumentos de percusión variados como las maracas, el bongó, y la conga pueden ser incluidos en un conjunto de la plena. La pandereta (o pandero), un tambor enmarcado, llano sin címbalos, es imprescindible en este género. Tres panderetas de tamaños diferentes son utilizadas en la plena: el seguidor (el más grande de los tres), el segundo (el tambor mediano), y el requinto (el pequeño). En un conjunto tradicional de plena el seguidor, segundo y el güiro proveen una estructura constante de 4 ritmos, mientras que el músico del requinto improvisa. La letra de las canciones de la plena son narrativas, tratando una serie de temas de preocupación tanto de la vida cotidiana como lo social, político, y económico, pero puede también hacer comentarios acerca de los asuntos nacionales e internacionales. Como el contenido lírico es inspirado por el chisme de vecindario y acontecimientos diarios, la plena es sabida como un "periódico cantado". Aunque las estrofas estén estructuradas según la tradición oral hispana (ocho líneas de sílaba con un esquema de rima asonante), el formato de llamada y respuesta entre el solista y el coro, igualmente la tendencia a cantar al unísono, sin el uso de las armonías vocales es sin duda, muy característico de las tradiciones musicales africanas. |
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